En la óptica industrial, optimizar significa producir lo más posible con los menores recursos (de tiempo, costo y mano de obra).

Al tener una mayor producción con la misma infraestructura instalada o teniendo una producción más barata, nuestros clientes pueden:

• Incrementar sus utilidades inmediatas.
  
• Desplazar a su competencia.
  
• Potencializar su crecimiento.

Utilizando sistemas de mejora continua o simplemente el sentido común muchas empresas sí optimizan. Sin embargo, los métodos comúnmente empleados son

• Lentos, ya que habrá que esperar a que termine un ciclo de producción para observar los resultados, y
  
• Costosos, dado que nada asegura que las propuestas serán mejores, pudiendo incluso, comprometer la calidad del producto.
  

Para, al final, obtener resultados casi irrelevantes. Entonces, ¿existirá una manera más fácil o intuitiva de optimizar?

Desafortunadamente NO, pero esta negativa se puede convertir en la ventaja competitiva que usted podría obtener al contratar nuestros servicios.

Para realizar una optimización que realmente haga la diferencia se requiere:

• Conocer a profundidad el proceso, involucrando tantas variables críticas como sea posible:
  1. proyecciones de ventas.
  2. especificaciones de producción y de calidad.
  3. frecuencias de mantenimiento.
  4. capacidades de los equipos instalados.
  5. información sobre los proyectos de innovación en productos, equipos y procesos.

• Proponer innumerables escenarios de producción que cumplan con todos estos requerimientos.
• Seleccionar el escenario que presente mayores ventajas.

• Nuestros clientes determinan los criterios de optimizacións.
• Nosotros diseñamos un modelo matemático que reproduzca el comportamiento de su proceso en un sistema informático.
• Con la ayuda de éste y de un software de optimización, será la computadora quién seleccione el escenario óptimo de producción tras millones de cálculos.